Nuestra Provincia Bocas del Toro

Bocas del Toro es un mosaico de culturas: española, indígena, inmigrantes de las Indias Occidentales, inglés y francos parlantes, europeos, sud y norteamericanos, todos son parte del desarrollo de la región.

Debido a eso, muchas y diferentes expresiones de cada uno de esos grupos, se han convertido en parte de la cultura de Bocas del Toro y un atractivo más para los visitantes de nuestra región.
Ngobe, Teribe y Bokota eran los habitantes primitivos de Bocas del Toro, cuando Cristóbal Colón, en 1502, navegó con sus dos barcos en la bahía llamada por los indios "Caraboro", hoy Bahía de Almirante.


Aislada de Panamá pero abierta al resto del mundo y el Caribe, Bocas tuvo una historia interesante durante los tres siglos siguientes.


Durante el período colonial (siglos 16 a 19) los españoles no establecieron poblaciones en la región casi olvidada por su gobierno.


Los ingleses tomaron ventaja de este hecho estableciendo asentamientos como en Boca del Drago donde fué informado, en 1745, que estaban criando ganado y pollos.

La presencia inglesa jugó un papel muy importante en la vida del Archipiélago.

En el comienzo del siglo 19, barcos inglees provenientes de Jamaica, tenían un activo comercio con las poblaciones de la costa de América Central, incluída Bocas del Toro, donde negociaban mercancías por carey (conchas de tortuga marina), tortugas marinas vivas, cacao, madera de caoba y zarzaparilla.

En 1826 fué fundada la población de Bocas del Toro, por inmigrantes de Jamaica, San Andrés y Providencia, pero aún durante los primeros años después de su fundación, el pueblo era un campamento de comerciantes en carey, algunos de ellos viniendo de tan lejos como los Estados Unidos
.

La mayoría de su población eran traficantes y aventureros de diferentes nacionalidades, atraídos por las nuevas oportunidades comerciales.

En 1837 fué creado el cantón de Bocas del Toro, y durante los próximos 50 años Bocas fué parte de las provincias de Chiriquí, Panamá y Colón, esta vez como un distrito.

En 1880 se inició la historia del banano en la región, creándose la Snyder Banana Co. en 1890 y la United Fruit Co en 1899.


Además del banano, grandes extensiones de tierra fueron destinadas a plantar caña de azucar, cacao y palmas de coco. Aún era muy importante la exportación de carey y tortugas vivas. Otros negocios también surgieron en la región, como el embarque de mercancías y pasajeros a Colón y otros puertos del Caribe, por la empresa Surgeon Brothers.


Después de la separación de Panamá de Colombia, cuando Bocas fué escenario de algunos enfrentamientos, fué creada la provincia de Bocas del Toro, en 1903, y este período, hasta 1930, fué cuando floreció la economía de Bocas del Toro debido a su agricultura, pesca, crecimiento comercial e industrial, llevando la provincia a ser la tercera en importancia en Panamá


En esa época existían en Bocas consulados de Inglaterra, Alemania, Costa Rica, Estados Unidos y Francia, mientras tres periódicos eran publicados: El Telégrafo, El Ciudadano y The Central American Express (en inglés).


Pero una extraña peste del banano había comenzado a enfermar las plantaciones de banano alrededor de 1914 y en 1934 la destrucción era absoluta, comenzando un período de decandenta para la isla.


En 1981 fué construída una carretera desde Gualaca para conectar la Vía Interamericana con Chiriquí Grande, la única forma de alcanzar Bocas del Toro por tierra. Paralela con la carretera Petroterminales Co. comenzó a transportar petróleo de Alaska, en la costa oeste de los EEUU, usando el oleoducto que aún existe a lo largo de la carretera.


Este trasiego de petróleo fué suspendido en 1995, cuando la empresa comenzó a construir el nuevo puerto de contenedores, transformando la ruta Puerto Armuelles-Chiriquí Grande en un canal seco transístmico.


Una nueva carretera, ahora conectando Chiriquí Grande con Almirante, completará la unión de esta provincia al resto del país, por tierra, finalizando el aislamiento de la región.


El turismo es ahora una nueva alternativa que ha llegado a la islas, y gracias a la riqueza natural del archipiélago, luce como una alternativa para quedarse.



Los desastres causados por la naturaleza o por los seres humanos son parte de la reciente historia de Bocas del Toro. No existen registros de accidentes o desastres en el Archipiélago antes de finales del siglo 19.


Durante la revolución liberal de 1895, sucedió el primer hecho sangriento (una batalla) del siglo en las islas. Nuevamente, en 1902, durante la "Guerra de los Mil Días", Bocas del Toro fué escenario de violencia, cuando los revolucionarios tomaron la ciudad después de un sangrienta confrontación. El último hecho relacionado con guerras ocurrió en 1921 cuando las tropas costarricenses invadieron Bocas.


Mientras tanto, en 1904, un gran incendio quemó 160 casas en Bocas, incluyendo todas las oficinas públicas, las escuelas, la casa municipal y muchos locales comerciales.

Nuevamente en 1907, 1918 y 1929, incendios destruyeron importantes sectores de la ciudad. Siendo construida casi totalmente en madera, el fantasma del fuego estuvo siempre presente sobre la ciudad.


Dos tornados, en 1964 y en 1975, causaron mayor destrucción a las frágiles estructuras de madera de las casas y comercios de Isla Colón. El tornado de 1964, que recorrió parte de Calle Tercera, destruyó totalmente la antigua Iglesia Catedral.

El último gran acontecimiento fue el terremoto de abril de 1991, con una intensidad de 7.1 en la escala de Ritcher. Este temblor, con epicentro en Limón (Costa Rica), causó numerosos destrozos en toda la provincia, muy especialmente en Changuinola, Almirante y Bocas del Toro, donde muchas construcciones cayeron como naipes.
(Partes resumidas del libro "Arquitectura Caribeña" por SAMUEL GUTIERREZ).